C. H. Renegas
2. Los hombres deberían comer más pollo. El pollo está lleno de hormonas femeninas, eso les haría más sensibles y, además, tendrían grandes pechos con los que poder entretenerse. Ergo, viviríamos más tranquilas.
M. I. Lusa
Literatura, cine, cultura, viajes y aislamientos varios de una escritora que juega al periodismo