El pasado octubre publiqué un relato satírico en la web de literatura Palabras Malditas. Os copio un fragmento:
Le dije al taxista que siguiera al coche rojo. Simplemente me subí al taxi y le di la orden: Vamos, hombre, que los perdemos. Arrancó el motor sin hacer preguntas; parecía estar acostumbrado a ese tipo de peticiones, lo que para mí es un indicativo de la cantidad de mujeres desesperadas que descubren que sus sacrificados cónyuges hacen horas extras en la habitación de un hotel a la que llaman eufemísticamente “oficina”.
Relato 'Bajada de bandera'. Publicado en Palabras Malditas
Clica aquí para leerlo, que esto es como nombrar a un faraón, le das más vida...
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